El sueño y la fatiga en la conducción

Uno de los temas mas recurrentes e importantes tratados en los últimos congresos 2017 (SOCHIMES y SER) ,fue la alta prevalencia de los accidentes automovilísticos y laborales, asociados a los trastornos respiratorios durante el sueño.

Uno de los últimos estudios realizados en Europa (España 2015), es de la Fundación CEA , entregando  importantes y alarmantes estadísticas. Una de ellas arroja que un casi un 25% de los hombres y un 10 % de las mujeres sufre de apnea del sueño y cercano a un  que 72% sufre de algún trastorno, que le provoca somnolencia al volante.

La apnea del sueño

Dentro de los trastornos del sueño, merece especial atención el síndrome de apneas del sueño, cuya relación con la producción de accidentes se ha analizado extensamente.

La apnea del sueño es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño.

Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos. A menudo ocurren entre 30 veces o más por hora. Por lo general, la respiración vuelve a la normalidad, a veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que una persona hace cuando se atraganta.

Casi siempre la apnea del sueño es un problema crónico de salud que altera el sueño. La persona pasa de un sueño profundo a un sueño liviano cuando hay una pausa en la respiración o cuando la respiración se vuelve superficial.

Por esta razón, el sueño es de mala calidad y se siente cansancio durante el día. La apnea del sueño es una de las principales razones por las cuales una persona puede sentir mucho sueño durante el día, que afecta gravemente a la conducción.

Los datos que sustentan el incremento de riesgo de accidentes provienen en su mayoría de estudios transversales. Muchos incluyen a un pequeño número de pacientes y son numerosos los que no controlan factores de confusión tales como el consumo de drogas o alcohol y los tiempos de exposición a la conducción. A pesar de estas limitaciones, los resultados de estos estudios de base clínica apuntan en la misma dirección, avalando el riesgo incrementado de accidente en pacientes con apneas del sueño.

Aunque la apnea del sueño influye en algunos accidentes, éstos son multifactoriales y en ellos influyen las horas previas de sueño o de trabajo, la toma de medicaciones y otras situaciones clínicas que interactúan.

El empeoramiento de la actividad de conducción que produce el síndrome de apneas del sueño es similar al producido por la ingesta de alcohol o por el déficit de sueño; por otro lado, diferentes condiciones o factores de riesgo pueden intervenir en la producción de excesiva somnolencia diurna en una misma persona (síndrome de apneas del sueño, privación de sueño, medicación, etc.).

La apnea del sueño es una enfermedad prevalente que afecta al 9% de las mujeres y al 24% de los varones, pero el síndrome de apneas del sueño, que incluye la aparición de sueño diurno excesivo y anomalías respiratorias en el registro de sueño nocturno, sólo está presente en el 2% de las mujeres y en el 4% de los varones. Algunos estudios han comunicado una alta prevalencia en conductores profesionales, lo cual podría relacionarse con la obesidad y la actividad sedentaria.

El sueño y el aumento de la siniestralidad

Según datos de la Sociedad Española del Sueño, 1 de cada 5 accidentes de tráfico se produce por culpa del sueño y la fatiga, y éste se encuentra entre las cinco primeras causas de los accidentes con víctimas.

Las estadísticas confirman que se producen más accidentes por el día, puesto que es la jornada del día en la que más personas conducen, pero lo cierto es que la gravedad del accidente y el número de víctimas es mayor durante la conducción nocturna.

Hay que tener en cuenta que aunque la actividad del sueño empieza a deteriorarse a partir de los 50 años aproximadamente, los accidentes por sueño al volante se producen entre jóvenes de 18 y 29 años y trabajadores con turno de noche.

La VI encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo del INSHT afirma que la alta atención que se exige a la hora de conducir es tan elevada que casi un 23% de los trabajadores tiene continua sensación de cansancio, al 7% le cuesta concentrarse y el 16% se encuentra agotado y con falta de energía.

Los estudios del profesor Philippe Cabon, director del laboratorio de antropología aplicada de la universidad París-V, de la Sorbona, prueban que un reposo de 20 minutos reduce considerablemente el riesgo de sufrir un accidente laboral y aumenta el rendimiento de los trabajadores.

En este sentido, un informe efectuado por la NASA muestra que 40 minutos de reposo a mitad de una jornada laboral aumenta un 34 por ciento el rendimiento de un individuo.

FUENTE: FUNDACIÓN CEA El sueño y la fatiga en la conducción: ¿Cuáles son los hábitos de los conductores españoles?